Ya han pasado dos días de la partida de mi mamá,

Quiero agredecerte a ti y por medio tuyo, a todo el personal de la clínica, a todos sin excepción por el cariñoso trato que tuvieron con mi mamá y con nosotros, no me sentí en una clínica, me sentí como en mi casa, rodeado de una gran familia, que hizo de este momento doloroso un momento de paz, tranquilidad y aceptación.

Lamentablemente me tuve que ir a Chile a los minutos que mi madre falleciera y no pude quedarme a darte las gracias por el enorme cariño que entregan a las personas que llegan ahi.

Disculparme por las molestias que pudimos causar en algún momento y tengan la plena seguridad que siempre los llevaré en mi corazón y estaré eternamente agredecido.

Un gran abrazo y gracias"

Sebastián

Hola Laura, no hace un mes que mi mamá Lelia Sarmiento, murió ahí, en Paliar, tu casa.

Recordarás que viajé de urgencia a Buenos Aires desde San Martín de los Andes, apremiada por la angustia de sentir que mi mamá se estaba yendo y yo tan lejos.
Y ahí llegué, como tantas otras veces, a contener a mi madre en su cruda enfermedad,a ir pensando juntas como sobrellevar tan dificil momento, luchando con un sistema médico cruel y perverso donde una se siente siempre pidiendo permiso y luego perdón por atravesar el sufrimiento.
Pero esta última vez fué diferente, por varios motivos, creo que el más importante es que tenía certeza de que el tiempo final había llegado, y sabrás vos que nada es casual, que por algo las cosas se dan.  Ya habíamos concertado una entrevista para la semana próxima para acercar a mi mamá a Paliar, buscando, pensando que podía haber algo para ella. Los tiempos se adelantaron y entonces ahí te conocí , conocí la Paliar, y todo , absolutamente todo se aclaró en mi cabeza y sobre todo en mi corazón.
Todo ha pasado con una velocidad indescriptible, sacarla de donde estaba, y atravesar junto a tu equipo la intensa, dura, dificil tarea de acompañarla, de sostenerla con dignidad hasta el final.
Sentí la necesidad de escribirte y de comunicarle a tu gente que conocimos el paraiso dentro del infierno institucional, que pudimos estar tranquilos, cuidados, respetados ,queridos, todos los que por ahí pasamos  acompañandola.
No hay palabras para describir lo que se siente cuando cuidan tu ser , la del que se está llendo.Ví , sentí el afecto y el respeto con el que la trataron , imagino que sabrás de lo que estoy hablando, y simplemente agradecer, agradecer y agradecete. Esta experiencia ha sido un privilegio.
Fué realmente inspirador lo que viví esos 6 eternos días, estoy muy conmovida , está fué y será un antes y un después en mi vida .
Mis palabras resultan limitadas ante tanta emoción, ante tanta gratitud, y que ojalá continúen con esta noble tarea que les ha tocado y han elegido.
Confío en que alguna circunstancia nos vuelva a reencontrar, inmenso abrazo para todos y cada uno.

Clarisa Seiguer

Hola soy Carina Amor, hija de una paciente que estuvo en la fundación...

Mi mamá se llamaba Marta Legnazzi y le toco pasar sus últimos días aquí, realmente no tengo mas que agradecer a la Sra. Laura a la cabeza y todo su plantel doctores enfermeros y hasta la gente que alimenta y mantiene la limpieza en el lugar. Sus últimos días fueron tristes pero gracias a la ayuda de ustedes, las cosas fueron mucho más fáciles para ella y para nosotros. Ojalá que todas las personas que pasan por esto, luchar contra una enfermedad tan devastante como un cáncer, tuvieran la oportunidad de cruzarse con la calidad de humanidad que tienen todos ustedes. Gracias por hacernos y sobre todo hacerle tan fácil la despedida, sin sufrir que es lo que queremos todos los que pasamos por esto. Muchas gracias Laura por tu dulzura y tu contención y muchas gracias por cruzarnos con Damián una persona dulce y humana igual que Verónica que estuvieron acompañándonos mientras pudimos estar en casa, y aún sigue estando, nuevamente gracias!!!! Toda mi admiración para el equipo de Paliar.

Carina Amor